Comunicación no violenta

Marshall Rosenberg, doctor en psicología clínica, desarrolló el modelo de comunicación no violenta en 1984.

Lo que nos aporta este modelo es que las personas se comuniquen de manera efectiva, su esencia radica en la intención de conectarse con empatía y compasión.

Esta comunicación comienza por la observación, observamos la situación para expresarla de forma clara y sin juicios ni etiquetas, para ello debemos evitar el uso de la acusación, el miedo o la culpa. Es importante explicar con claridad sentimientos y necesidades, no críticas, y hacerlo con empatía.

Así se crean relaciones de respeto, relaciones honestas en las que se propicie la voluntad de colaboración necesaria para satisfacer las necesidades de los implicados.