En una sociedad donde prevalecen los valores del consumo, antes que los espirituales, se hace difícil acceder al valor del espíritu que permite generar cambios transcendentales en las personas y en el entorno natural. Es así como el camino entre la forma de vivir la propia espiritualidad y la forma de relacionarnos con nuestro medio, se cruzan para enseñarnos como vivir el desarrollo sostenible en el interior de cada persona, y cómo mantenerlo con una conciencia social de forma positiva.
Ese desarrollo espiritual, es una gran herramienta de crecimiento personal en nuestras sociedades actuales, permitiendo un modelo de vida más integral que el sistema de valores imperante.
Si tu espíritu está fuerte, se refleja en el exterior, y si no es así, se refleja en un caos externo, el caos económico y de relaciones, vienen del caos interior. Debido a esto el ser humano ha explotado la naturaleza, pero para tratar de mitigar el cambio climático, es necesaria la espiritualidad, el profundizar en uno mismo y recordar nuestro vinculo perpetuo con toda la existencia, para que podamos comprender el rol del humano en el mundo. ¿Qué puedo hacer yo para transformar, para hacer una diferencia?

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