Hay muchas formas de definir la Espiritualidad, a mi me gusta decir que es la experiencia de sentir que formas parte de algo más grande y más profundo que tú mismo, algo que te conecta a todo y a todos, y que te hace ver a todos los seres humanos como hermanos y al planeta como la casa común que tenemos que cuidar. Desde esta perspectiva, la espiritualidad es, en sí misma, sostenible.
Vivimos tiempos de crisis económica, social, ecológica, alimentaria, política, estamos viviendo una crisis sistémica, que necesita de la cooperación mundial para evitar una catástrofe. Nunca antes la Humanidad había necesitado como ahora la cooperación mundial, por eso no es extraño que nuestras instituciones y organizaciones no estén preparadas para ello. Los estados-nación y el sistema económico y empresarial está diseñado para proteger sus propios intereses en competición con otros.
Hay una lista de creencias que dificultan ese cambio. La acción coordinada a nivel mundial podría producir resultados muy positivos. El mundo dispone de los recursos financieros y humanos para actuar en esta situación de emergencia. La pobreza puede ser eliminada, las energías y tecnologías sostenibles pueden estar al alcance de todos, el agua puede ser reciclada y el agua de mar desalinizada, se pueden adoptar formas de agricultura ecológica, etc. Podemos reunir las energías para poner en práctica estas medidas, disponemos de la tecnología necesaria. Un modesto incremento en el uso eficaz de la radiación solar que llega al planeta podría suministrar la energía necesaria para todos, y la reasignación de una parte de los fondos actualmente destinados a fines destructivos y militares podrían financiar los principales proyectos necesarios. La dificultad para una acción eficaz coordinada a nivel mundial es la falta de voluntad y preparación de las personas y las instituciones para asegurar las supervivencia en el planeta.
Pero cada vez más personas sensibles están adoptando nuevas formas más responsables de pensar y actuar. Los valores alternativos están creciendo rápidamente, pero todavía no lo suficiente para provocar el cambio. Los líderes políticos cambiarán cuando cambien los votantes, los malos empresarios cambiarán cuando cambien los consumidores. Sumar la masa crítica suficiente y crear una red de personas y colectivos con peso político y económico necesario para implementar ese necesario y urgente cambio es, probablemente, lo más urgente e importante en estos tiempos, y a esa tarea fundamental es a la que estamos todos invitados amablemente a participar. En esa línea de sumar, bienvenida sea y felicitaciones por la iniciativa Espiritualidad y Sostenibilidad.
Vivimos tiempos de crisis económica, social, ecológica, alimentaria, política, estamos viviendo una crisis sistémica, que necesita de la cooperación mundial para evitar una catástrofe. Nunca antes la Humanidad había necesitado como ahora la cooperación mundial, por eso no es extraño que nuestras instituciones y organizaciones no estén preparadas para ello. Los estados-nación y el sistema económico y empresarial está diseñado para proteger sus propios intereses en competición con otros.
Hay una lista de creencias que dificultan ese cambio. La acción coordinada a nivel mundial podría producir resultados muy positivos. El mundo dispone de los recursos financieros y humanos para actuar en esta situación de emergencia. La pobreza puede ser eliminada, las energías y tecnologías sostenibles pueden estar al alcance de todos, el agua puede ser reciclada y el agua de mar desalinizada, se pueden adoptar formas de agricultura ecológica, etc. Podemos reunir las energías para poner en práctica estas medidas, disponemos de la tecnología necesaria. Un modesto incremento en el uso eficaz de la radiación solar que llega al planeta podría suministrar la energía necesaria para todos, y la reasignación de una parte de los fondos actualmente destinados a fines destructivos y militares podrían financiar los principales proyectos necesarios. La dificultad para una acción eficaz coordinada a nivel mundial es la falta de voluntad y preparación de las personas y las instituciones para asegurar las supervivencia en el planeta.
Pero cada vez más personas sensibles están adoptando nuevas formas más responsables de pensar y actuar. Los valores alternativos están creciendo rápidamente, pero todavía no lo suficiente para provocar el cambio. Los líderes políticos cambiarán cuando cambien los votantes, los malos empresarios cambiarán cuando cambien los consumidores. Sumar la masa crítica suficiente y crear una red de personas y colectivos con peso político y económico necesario para implementar ese necesario y urgente cambio es, probablemente, lo más urgente e importante en estos tiempos, y a esa tarea fundamental es a la que estamos todos invitados amablemente a participar. En esa línea de sumar, bienvenida sea y felicitaciones por la iniciativa Espiritualidad y Sostenibilidad.
Por Cristobal Cervantes de Espiritualidad y Política
que chulo. gracias
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